Musk vs Jensen Huang, el futuro de la infraestructura de IA en el debate sobre centros de datos espaciales
A fecha del 21 de noviembre de 2025, se está desarrollando uno de los debates más interesantes en la industria de la IA. Elon Musk y Jensen Huang, CEO de NVIDIA, se enfrentan directamente sobre la viabilidad de los centros de datos espaciales. Musk sostiene que en cinco años los centros de datos espaciales serán más rentables que los terrestres, pero Jensen Huang lo considera “aún un sueño”, señalando las limitaciones reales. Este debate parece ser un hito importante que va más allá de una simple diferencia de opinión, permitiendo vislumbrar la dirección futura de la infraestructura de IA.
De hecho, al observar el contexto de este debate, se puede entender la gravedad de los costos operativos actuales de los centros de datos de IA. Se informa que solo el costo operativo diario de ChatGPT de OpenAI asciende a aproximadamente 700,000 dólares (alrededor de 900 millones de wones), y los servicios de IA de Google consumen anualmente tanta energía como el consumo total de la República Checa. En este contexto, la propuesta de Musk de considerar el espacio como una alternativa parece una idea natural.
Al examinar la lógica de Musk, tiene cierta persuasión. En el espacio, la eficiencia de la energía solar es de 8 a 10 veces mayor que en la Tierra, no se requieren sistemas de enfriamiento y no hay costos de terreno. Especialmente con la expectativa de que el costo de lanzamiento del Starship de SpaceX baje a 10 dólares por kilogramo, teóricamente se podría asegurar la rentabilidad. Actualmente, el costo operativo promedio de los centros de datos de AWS es de aproximadamente 1 millón de dólares por megavatio al año, pero en el espacio, los costos de energía y enfriamiento podrían reducirse casi a cero, que es la idea central.
Sin embargo, la refutación de Jensen Huang no es insignificante. Señala que actualmente un GPU H100 pesa alrededor de 3 kg, y solo enviarlo al espacio costaría 30 dólares. Además, al considerar la protección contra la radiación y la adaptación al entorno espacial, los costos aumentan exponencialmente. De hecho, al observar que el costo operativo de la Estación Espacial Internacional (ISS) asciende a 3,000 millones de dólares anuales, se puede entender cuán complejo y costoso es el mantenimiento del hardware en el entorno espacial.
Barreras tecnológicas reales y tendencias del mercado
Desde una perspectiva tecnológica, la implementación de centros de datos espaciales enfrenta varios desafíos por resolver. Primero está el problema de la radiación; en la órbita terrestre, cientos de partículas de alta energía atraviesan los semiconductores por segundo. Esto puede causar errores de cálculo en los GPU o CPU, y los expertos de la industria coinciden en que es difícil operar de manera estable con los semiconductores comerciales actuales. Los semiconductores con protección contra la radiación utilizados por la NASA son de 10 a 100 veces más caros y están 5 a 10 años atrasados en rendimiento.
El problema de la latencia de transmisión de datos también es grave. La latencia de comunicación entre la Tierra y los satélites es de al menos 240 ms, lo cual es crítico para los servicios de IA en tiempo real. Actualmente, servicios como ChatGPT o Claude tienen como objetivo un tiempo de respuesta promedio de 1-3 segundos, pero al usar centros de datos espaciales, este tiempo podría aumentar significativamente. Aunque Starlink de SpaceX ha reducido la latencia a unos 50 ms con comunicación satelital de órbita baja, esto aún no se compara con los 1-5 ms de los centros de datos terrestres.
Sin embargo, lo interesante es que el mercado ya ha comenzado a invertir en computación espacial. En 2024, las startups relacionadas con la computación espacial recaudaron un total de 230 millones de dólares en inversiones, y AWS de Amazon también ofrece servicios de procesamiento de datos satelitales a través de “AWS Ground Station”. Microsoft también está expandiendo sus servicios de nube relacionados con el espacio a través de Azure Space. Al observar estos movimientos, parece que no es una tarea completamente imposible.
Particularmente notable es el movimiento de China. Se informa que China ha comenzado a instalar módulos de computación de IA a pequeña escala en la estación espacial “Tiangong” a partir de finales de 2024 para realizar experimentos. Aunque es para investigación, se considera un intento importante para verificar la posibilidad de cálculos de IA en el entorno espacial. El gobierno chino ha anunciado que tiene como objetivo operar un centro de datos espacial de prueba para 2030, lo cual es una aproximación más conservadora pero realista en comparación con la línea de tiempo de 5 años de Musk.
Por otro lado, en la situación nacional, parece que Corea del Sur aún no tiene planes concretos para centros de datos espaciales. Sin embargo, las inversiones en infraestructura de IA de grandes tecnológicas nacionales como Naver y Kakao continúan aumentando. Naver ha anunciado una inversión de 1 billón de wones en centros de datos de IA para 2025, y Kakao planea invertir 800,000 millones de wones en la construcción del segundo centro de datos en Pangyo. Al observar estas inversiones a gran escala, parece que se centrarán en la expansión de centros de datos terrestres por el momento.
Análisis económico y perspectivas futuras
Desde el punto de vista económico, si calculamos más específicamente, la estructura de costos operativos de los centros de datos terrestres es aproximadamente así: los costos de energía representan el 40-50%, los costos de enfriamiento el 15-20%, el alquiler de terrenos y edificios el 20-25%, y los costos laborales el 10-15%. La ventaja de los centros de datos espaciales que Musk defiende es que se pueden reducir significativamente los costos de energía y enfriamiento, teóricamente ahorrando el 60-70% de los costos operativos.
Sin embargo, lo que se pasa por alto aquí son los costos iniciales de construcción y los costos de mantenimiento. Actualmente, el costo de construcción de centros de datos terrestres es de 5 a 8 millones de dólares por megavatio, pero se estima que los centros de datos espaciales costarían 2-3 veces más solo en costos de lanzamiento. Al sumar los costos de fabricación de hardware espacial, protección contra la radiación y construcción de sistemas de mantenimiento remoto, los costos iniciales podrían aumentar más de 10 veces. Recuperar esta inversión podría llevar al menos 15-20 años, y considerando la velocidad del avance tecnológico, es cuestionable si sería económicamente viable.
Otro problema real que Jensen Huang señaló es la vida útil de los GPU. Actualmente, el ciclo de reemplazo promedio de los GPU para centros de datos es de 3-4 años, pero en el espacio, debido a la radiación y los cambios extremos de temperatura, es probable que la vida útil sea más corta. Sin embargo, en el espacio, para reemplazar el hardware se necesita un nuevo lanzamiento, lo que reduce aún más la rentabilidad al considerar estos costos. De hecho, en el caso del telescopio espacial Hubble, se realizaron varias misiones tripuladas para reemplazar componentes, y esos costos ascendieron a miles de millones de dólares.
Sin embargo, lo interesante es que algunos análisis sugieren que los centros de datos espaciales podrían ser rentables para ciertos usos especiales. Por ejemplo, en el análisis de imágenes satelitales, procesamiento de datos de exploración espacial y servicios de comunicación global, se podría reducir significativamente la cantidad de datos transmitidos desde la Tierra, ahorrando así costos totales. De hecho, empresas de imágenes satelitales como Planet Labs o Maxar ya están realizando procesamiento de datos primario en órbita, y si esta tendencia se expande, el mercado de computación espacial también podría crecer gradualmente.
Según la firma de investigación de mercado Northern Sky Research, se espera que el mercado de computación espacial crezca un 25% anual hasta alcanzar los 3,000 millones de dólares para 2030. Sin embargo, esto representa solo el 0.4% del mercado total de computación en la nube (estimado en 800,000 millones de dólares para 2025), por lo que parece que permanecerá como un mercado de nicho por el momento. La opinión común entre los expertos de la industria es que aún queda un largo camino para alcanzar el nivel de “el más económico en cinco años” que Musk menciona.
Personalmente, lo que encuentro más interesante en este debate es la diferencia en los enfoques de los dos CEO. Musk siempre presenta una visión de “hacer posible lo que parece imposible”, mientras que Jensen Huang prefiere un enfoque realista y gradual. Al observar el éxito de Tesla o SpaceX, a veces el enfoque de Musk resulta acertado, pero al considerar el éxito abrumador de NVIDIA en el mercado de chips de IA, no se puede ignorar la cautela de Jensen Huang.
En última instancia, la realización de centros de datos espaciales dependerá de la velocidad del avance tecnológico y del grado de reducción de costos. Si el Starship de SpaceX realmente logra un costo de lanzamiento de 10 dólares por kilogramo, y la tecnología de semiconductores espaciales avanza de manera revolucionaria, la predicción de Musk podría ser correcta. Sin embargo, con el nivel tecnológico actual, la perspectiva escéptica de Jensen Huang parece más realista. En cualquier caso, este debate en sí mismo parece mostrar el esfuerzo de la industria por superar los límites de la infraestructura de IA, por lo que se espera un mayor desarrollo en el futuro.
Este artículo fue escrito después de leer el artículo “Musk: ‘Los centros de datos espaciales serán los más económicos en cinco años’… Jensen Huang: ‘Aún es un sueño'”, añadiendo opiniones y análisis personales.
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